Muchos éramos los que le pedíamos a Alba que las ropitas bonitas de Cascarón Kids pudieran ser para todos y no solo para los niños. Y ella, ni corta ni perezosa, se puso manos a la obra con un proyecto muy chachi a la par que valiente. Y es que ella es una emprendedora de esas que siempre miran hacia al futuro con muchas ganas y con una gran sonrisa. ¡La mejor de las suertes, Alba!